Podemos definir como un inadecuado consumo o consumismo de juguetes como la adquisicion compulsiva e inadecuada en cantidad y/o calidad.
A la hora de elegir un juguete debemos tener en cuenta ademas de que sea idoneo para el niño, la cantidad de juguetes que se aportan, para lo que nos sera imprescindible partir de la base de que no es necesario , sino lo contrario perjudicial, que se vea abrumado con una gran cantidad de juguetes.
Debemos de ser conscientes de que a medida que el niño crece, este consumo y el como se consumen dichos juguetes reflejaran el mundo que se esta construyendo para el , es decir: un mundo exigente, poco solidario, donde se adquieren objetos de juego y productos ludicos no necesarios.
Muchas veces este esceso de juguetes es el reflejo del aislamiento que padecen muchos de estos niños, los adultos somos conscietes de esto y nos sentimos culpables , el niño esta durante muchas horas sin la presencia de los padres , y estos intentan solventar esta falta de afecto con productos materiales.
Al respecto debemos argumentar que : nunca, bajo ningun concepto, un recurso material puede sustituir un recurso afectivo, son distintos niveles de necesidades en el niño y es un error intentar compensar la falta de uno con el esceso del otro.
Otro error de los adultos consumistas a la hora de comprar un juguete es el hecho de no pensar en el niño, sino en ellos mismos, a la hora de adquirirlos. Quieren para su hijo ese juguete que nunca tuvieron, o bien por que delante de familiares dan mucha prestancia a ciertos objetos de juego, caros, de moda y sofisticados.
Las consecuencias problematicas, a parte del aprendizaje de un mal habito de consumo por parte del pequeño se padeceran a la hora de jugar: los padres exigiran lo que para ellos es un uso correcto de este bonito objeto y se enfadaran o lo guardaran si preveen que se puede estropear el complicado mecanismo que tan caro les a costado.
http://www.bebesymas.com/consejos/especial-navidad-demasiados-juguetes-restan-ilusion
A la hora de elegir un juguete debemos tener en cuenta ademas de que sea idoneo para el niño, la cantidad de juguetes que se aportan, para lo que nos sera imprescindible partir de la base de que no es necesario , sino lo contrario perjudicial, que se vea abrumado con una gran cantidad de juguetes.
Debemos de ser conscientes de que a medida que el niño crece, este consumo y el como se consumen dichos juguetes reflejaran el mundo que se esta construyendo para el , es decir: un mundo exigente, poco solidario, donde se adquieren objetos de juego y productos ludicos no necesarios.
Muchas veces este esceso de juguetes es el reflejo del aislamiento que padecen muchos de estos niños, los adultos somos conscietes de esto y nos sentimos culpables , el niño esta durante muchas horas sin la presencia de los padres , y estos intentan solventar esta falta de afecto con productos materiales.
Al respecto debemos argumentar que : nunca, bajo ningun concepto, un recurso material puede sustituir un recurso afectivo, son distintos niveles de necesidades en el niño y es un error intentar compensar la falta de uno con el esceso del otro.
Otro error de los adultos consumistas a la hora de comprar un juguete es el hecho de no pensar en el niño, sino en ellos mismos, a la hora de adquirirlos. Quieren para su hijo ese juguete que nunca tuvieron, o bien por que delante de familiares dan mucha prestancia a ciertos objetos de juego, caros, de moda y sofisticados.
Las consecuencias problematicas, a parte del aprendizaje de un mal habito de consumo por parte del pequeño se padeceran a la hora de jugar: los padres exigiran lo que para ellos es un uso correcto de este bonito objeto y se enfadaran o lo guardaran si preveen que se puede estropear el complicado mecanismo que tan caro les a costado.
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